Para una de las fiestas más icónicas del levante almeriense, Setesur desplegó una red de sensores ópticos en las entradas al casco histórico del municipio. Estos sensores recogían mediante vídeo el número de personas que entraban y salíandel centro urbano, teniendo en tiempo real una cifra sobre la afluencia a los festejos. De este modo, se podían reforzar los servicios públicos como seguridad, oferta de autobuses y servicios de limpieza en función al grado de concentración de visitantes, permitiendo optimizar costes y mejorar los accesos al municipio.