Dentro de sus históricas murallas, la ciudad de Ávila celebró sus ya tradicionales jornadas medievales. Debido a la coyuntura del momento, con restricciones a causa de la pandemia, se hacía necesario controlar el nivel de ocupación y las posibles aglomeraciones. Mediante la instalación de cámaras con analítica de vídeo se pudo velar por el correcto desarrollo de estas jornadas, respetando los niveles impuestos por las autoridades y asegurando un acceso seguro a los visitantes.